Se aplica un gel conductor sobre el transductor que emite las ondas de ultrasonido. En un principio el paciente permanece recostado sobre su lado izquierdo, con el tórax descubierto para permitir la exploración. Se aplicará una ligera presión que no debe ser dolorosa, se irá rotando el sitio de exploración para obtener las distintas imágenes. Al finalizar la prueba se le pedirá que se recueste sobre su espalda y el transductor se aplicará sobre la parte superior del abdomen y el cuello. 
Durante el estudio es posible que se escuche algún ruido que corresponda a la velocidad de la sangre dentro del corazón.
Puede realizarse perfectamente a mujeres embarazadas sin ningún perjuicio para el bebé, ya que es una prueba que no emite radiación. 
No requeriere ningún tipo de preparación especial previa a la realización de la prueba ni debe acudir en ayunas. 
Si tiene un «ecocardiograma» previo, debe llevarlo el día del estudio para su comparación. 
Al finalizar la prueba podrá hacer vida normal e incorporarse a sus tareas laborales o domésticas diarias.